Todo en la organización de una boda es importante: la decoración floral, los detalles para los invitados, el catering, el vestido de novia… En fin, hay mil cosas en las que pensar. Pero hay una que es de especial importancia: la bebida. Por muy frío que parezca es fundamental que nunca falte la bebida porque, en muchas ocasiones, que se acaben las copas es sinónimo de que la fiesta también lo haga. Hoy queremos darte algunos consejos para que esto no te ocurra.
¿Cuántos tipos de alcohol vas a poder y cómo los vas a servir? Lo primero que tendrás que tener en cuenta son estas dos preguntas. Las cervezas, normalmente, solo se dan durante el aperitivo y durante la celebración de la fiesta. Ten en cuenta que cada persona puede llegar a beber una media de 4 cervezas, por lo que una caja de 24 unidades te daría para 6 personas.
En cuanto al vino, una botella suele dar para un promedio de 8 copas. Si vas a servir vino durante la comida, la media a tener en cuenta es una o dos copas por plato, es decir una botella dará para unas 4 personas. ¿Un consejo? Divide el número total de invitados que crees que beberán este tipo de alcohol entre 4.
Finalmente, llegamos a la barra libre. Las botellas suelen ser de 750 ml al igual que las botellas de vino, con la diferencia de que los invitados suelen beber más cantidad y durante más tiempo. Una botella da, más o menos, para 15 y 20 copas (dependiendo de cómo se sirvan) y, normalmente, cada persona se toma una media de entre cuatro a seis. Un cálculo aproximado por cada alcohol sería: número de invitados x 6 ÷ 15 = total de botellas.
Este es solo un cálculo aproximado y es que los novios son los que conocen mejor que nadie a sus invitados. Ten en cuenta si son jóvenes (pues beben más), la hora del evento (es necesario más bebida en las bodas de día), el número de invitados y si hay más hombres que mujeres, y el tipo de menú se servirá.
En cualquier caso, siempre es mejor que sobre un poco a que falte.
Solicita precios especiales por mayoreo y por Caja